28/07/2023
El pampeano volvió a La Gloria para dar sus primeros pasos como entrenador y se incorpora al cuerpo técnico de la División Local que participa en Liga Cordobesa. “El Club creció mucho”, dice el ex defensor albirrojo que está feliz por sumarse al proyecto deportivo.
Damián Schmidt tiene 30 años y nació el 7 de diciembre de 1992 en Santa Rosa, La Pampa. Como futbolista jugó en Instituto, Racing de Avellaneda, Puebla (México), San Martín de San Juan, San Martín de Tucumán, Colón, Macará (Ecuador) y Martina Calcio (Italia). Hoy es el entrenador de la Reserva y ayudante de campo de Leonardo Nadaya en la División Local.
Luego de un nuevo entrenamiento en La Agustina, Damián piensa sobre las vivencias en La Gloria: “Recuerdos tengo muchos y ahora que volví al club me encontré a gente muy querida que sigue estando desde aquella época, en la que era jugador. Me acuerdo de los días que me probé y me acompañaron mis papás. Y cuando me dijeron que quedaba seleccionado la felicidad que teníamos con mi familia. La época que estuve en Cuarta de AFA con César Zabala, que fué unos de los mejores técnicos que tuve. Cuando me tocó debutar en Primera y después por unos meses no me tocó jugar más. Ahí la primera local me dio la posibilidad de jugar algunos partidos y ascender a primera hasta que Miliki (Daniel Jiménez) agarró la primera y me dio la posibilidad y la confianza de volver a jugar en el plantel profesional”, narra el ahora DT.
A Damián lo dirigieron en Instituto dos personas muy queridas en la institución y dos verdaderos ídolos como Daniel Jiménez y Héctor Rivoira: “Mis mejores años en el club como jugador fueron con Miliki y el Chulo Rivoira. Todos los torneos en los que jugué en el plantel profesional, todos las personas que pasaron por todos los planteles y por toda La Agustina. Fueron 6 años como jugador de Instituto y viví momentos muy lindos. Entrar a la cancha y recibir el cariño de la gente es algo hermoso y único”. Recuerda al ‘Chulo’: “Fue muy buena persona, con toda su experiencia sabía llevar muy bien el grupo y manejar los momentos. Cuando llegó en ese tiempo en que el club no pasaba un buen momento económico, éramos muchos chicos en el plantel y no se nos daban los resultados. Con el peleamos el torneo hasta el final y perdimos la semifinal para ascender. Desde donde esté, estará feliz de ver a Instituto en Primera como todos los que queremos al club”, dice el entrenador glorioso.
Las lesiones le jugaron una mala pasada y debió colgar los botines: “Deje de jugar porque vengo con lesiones de cartílago en las dos rodillas hace varios años y que con el paso del tiempo se fueron agravando aún mas, al punto que ya no podía hacer una vida normal y menos jugar. Intente solucionarlo de todas las maneras pero no encontré la solución y la decisión final la basé en tener calidad de vida”, narra Damián.
El nacimiento del entrenador, en medio de su carrera como jugador: “En mi etapa como jugador me recibí como técnico y me fui capacitando, para cuando deje de jugar ser director técnico. Hablé con Rubén Del Olmo para ver si había una posibilidad de trabajar y formarme en el club y se dio que había un lugar en la local. Me gustó la idea asi que arranqué a trabajar como técnico de la Reserva Local y ayudante de Leo Nadaya en la Primera Local. Estoy muy agradecido a Rubén, a Miliki y a los dirigentes que confían en mí y me dan esta posibilidad para trabajar y formarme como entrenador. Elegí Instituto porque viví muchos momentos muy lindos en el club y el trabajo que se hace en La Agustina se reconoce a nivel mundial con los jugadores que salieron desde ahí. Por esto para mí es algo muy lindo volver al club y formarme como técnico”, cuenta Damián.
“A Leo Nadaya lo tuve como técnico de la Primera Local y ascendimos a primera. Pasaron los años y hoy somos parte del mismo cuerpo técnico. Los objetivos son mantener la categoría, estar más arriba en la tabla de posiciones y darles herramientas a los jugadores para potenciarlos y que puedan llegar al plantel profesional. El equipo de la Reserva está bien. Mi idea como técnico de esta categoría es que sumen minutos todos los jugadores para mostrarse y que después en conjunto con Leo Nadaya decidir el equipo para la Primera Local. Mis objetivos son los mismos que tenemos con el plantel, pelear el torneo más arriba en la tabla y potenciar a los jugadores. Después personalmente mis objetivos pasan por aprender, formarme y crecer en esta profesión”, narra sobre la División Local.
Para los que vuelven a La Agustina luego de algunos años genera un impacto positivo por los avances del club en cuanto a obras, y Damián Schmidt hizo su observación sobre nuestra institución y agradece por su vuelta a La Gloria: “El club creció mucho. A los resultados deportivos los acompaña un proyecto deportivo que hace que no sea algo aislado sino que todas las partes trabajan en conjunto para el bien del club. Este año se está atravesando un proceso de transición en toda la estructura del club en la cual hay que adaptarse bien y seguir creciendo. Muchas gracias a toda la gente de Instituto y es algo muy lindo volver a estar en el club”.
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