16/11/2017
Se traspira. Se siente. Te emociona. Se corre. Se juega.
Instituto está a punto de vivir una de las jornadas más importantes de su historia. La Gloria que ha vivido etapas emocionantes durante sus 99 años quiere seguir demostrando a paso firme que el básquet es cosa seria.
Y si no conocés mucho de básquet podés inflar el pecho y decir que fue uno de los que formaron parte de la apertura de la Asociacion y de la Federación Cordobesa.
Que tuvo equipos de ensueño y el Sandrin se llenaba de fanáticos del básquet para verlos. Que nombres como Peñaloza, Carrizo, Gerlero son cuestión mayor.
Podés contar que se pasó años peleando en el Torneo Provincial, jugando finales, aprendiendo, sumando hasta que se pudo salir campeón.
Que vos viste con tus propios ojos como ese 8 de mayo de 2015 le ganábamos a Ferro en su cancha y ascendíamos y días después salíamos campeones del TNA.
Podés contar que el primer año en la liga luchamos para no descender, el segundo nos metimos en playoffs y el tercero en curso ya se metió entre los cuatro primeros del Súper 20.
Quizás le podés contar a tus hijos la importancia que la Gloria realice el final four, comprarle una pelota naranja y que sueñe volcarla como Davis.
Entre todos los supuestos hay una realidad. Instituto se juega el viernes la posibilidad histórica de ingresar a la Liga Sudamericana y poder acceder a una final. Y no hace falta que lo contemos. Lo podés vivir.
El Sandrin se teñirá de rojo y blanco. Tu piel de pollo no aguantará y quizás unas lágrimas de emoción corran por tus mejillas.
Todo el equipo espera tu aliento para que el pais sepa que los gloriosos tenemos sangre roja y blanca que nos corre por las venas y hace que alentemos sin parar.
Hagamos historia. Sigamos escribiendo las páginas de este glorioso libro.