05/06/2020
Es volante por derecha con mucho gol, se destaca por la entrega y habilidad.
Leonardo Monje nació el 26 de marzo del 2002, tiene 18 años y vive en barrio Guiñazú. “Soy hincha de Instituto, llegué al club a los diez años. Antes no podía ir porque no teníamos para pagar la cuota”, cuenta Leo.
Su llegada al club fue con la compañía de su madre, que está siempre en todo lo que emprende el volante: “Me acompañó fue mi mamá, es la que está siempre desde chiquito cuando tenía cuatro años y empece a jugar en el barrio”, narra Leo sobre María.
Leo inició su carrera desde muy pibe y en La Agustina tuvo muchos entrenadores: “Me dirigieron los profes Gabriel, Esteban, Lucio Barcena, Jorge Copetti, Dani Felicia, Gustavo Ortolani y ahora en Quinta Pablo Álvarez”, dice Leo.
Leonardo llegó a los diez años e hizo una prueba: “En ese momento me dirigía el profe Alejandro Parera, estuve una semana hasta que hablaron con mi mamá para comunicarle que había quedado”, dice Leo.
Quedar en el club de tus amores genera una gran felicidad: “Fue algo muy lindo porque siempre le decía a mi madre que me lleve a Instituto”, cuenta Leo.
La familia de Leo: “Mi mamá trabaja de ama de casa y mi papá en un aserradero. Tengo cinco hermanos, Mario, Diego, Melina, Yamila y Vanesa. Yo he ido a cortar pasto y repartiendo folletos. También a repartir pollo y antes de la cuarentena ayudaba a mi hermano en el lavadero”, dice Leo.
Las características de Leo y el título con la Sexta de Ortolani: “Juego de volante interno ese es mi posición natural, el año pasado en Sexta nos fue muy bien, salimos campeones el primer torneo que dura hasta mitad de año y después en el otro no pudimos clasificar por un punto pero fue un a excelente año” cuenta Leo.
El predio La Agustina enamora a todos los pibes que entrenan allí: “Es muy linda, desde que entras hasta que salís. Es mi segundo hogar”, dice Leo.
La pandemia y el club, la opinión del pibe de las inferiores: “El club está en una situación desfavorable con esta situación que estamos viviendo, pero sé que con la ayuda de todos los socios este club tan grande saldrá adelante”.
Leo marcó diez goles el año pasado y cuenta su mejor conquista: “El mejor gol que hice fue contra Ferro de visitante, veníamos de perder la final con ellos y fue una sensación de desahogo. Al fin se logró la victoria en ese partido”, dice Leo.
Todos los pibes de la Agustina tienen sus deseos, sus metas a cumplir, y Leo cuenta las suyas: “Mi sueño es debutar en la Primera y seguir recorriendo este camino junto a mi familia, con esta situación del Covid-19 entreno bien ya que tengo un espacio amplio para realizar los ejercicios que pasa el profe, me la rebuscó con los elementos del hogar, ladrillos, bidones y más”, narra el volante. Otro deportista de Instituto con sueños gloriosos.