05/06/2020
Zoilo es un fanático de La Gloria de 77 años que vive en barrio Remedios de Escalada. Fue por primera vez a la cancha en 1949 y tiene miles de historias: “Me hice hincha yo solo. Me definí como hincha del glorioso cordobés”.
Son las cuatro de la tarde, en el año 2006, y suena el télefono fijo en una radio, en un programa que están hablando de Instituto, la telefonista atiende y pasa al aire al oyente, el conductor pregunta ¿con quién tengo el gusto? y del otro lado dice: “Hola, soy Zoilo. Quiero opinar sobre el triunfo de La Gloria”. Zoilo es un ferviente seguidor de Instituto que sigue a sus disciplinas con enorme pasión. Donde haya Gloria, ahí estará el.
Sus primeras anécdotas: “Mi primer partido fue en 1949 cuando tenía seis años, estaba la cancha donde esta la pileta ahora. Un señor que jugaba de apellido Cruzado tiró un bombazo de mitad de cancha y me la pegó en la frente. Las tribunas eran de tablones. Quedé colgado como una rana”, cuenta Zoilo.
Después de un tiempo, Zoilo pudo comenzar a disfrutar del Monumental: “Cuando inauguraron la tribuna grande, empecé a ir. Tengo también lindas anécdotas en el año 1953. Desde 1974 en adelante creo que soy un Sarmiento en la cancha”, dice el glorioso sobre sus presencias.
El partido más lindo que vio Zoilo y sus épocas doradas: “El más emocionante fue el gol de oro. Y los partidos en los tiempos de Chaparro y Mastrosimone, todos esos partidos les ponían el epígrafe y eran para ponerlos en un cuadrito”, narra el albirrojo.
La familia de Zoilo y más recuerdos lindos que cuenta Zoilo: “Tengo mi esposa y mis dos hijos Marcos Leonel y Luisina Raquel. En mis 77 años tengo muchos recuerdos. Como ir a la cancha de River y tener que volver por un diluvio. Se jugó al otro día y le metimos cinco. Con Chaparro y Mastrosimone en su Monumental de Nuñez”.
Otros jugadores que disfrutó el glorioso Zoilo: “Un goleador el ‘Cocayo’ Dertycia, y pude disfrutar a Ardiles en el año 1974. Bueno, tantos grandes jugadores pasaron por aquí”, dice el glorioso.
Zoilo siempre está también presente en los partidos de básquet de Instituto, lo siguió desde el Provincial hasta las finales de la Sudamericana: “El básquet me ha atrapado tanto que es lo que más estoy extrañando. En cinco años nos dio muchas satisfacciones”, narra el glorioso.
Sus deseos tienen que ver mucho con La Agustina y también hizo mención al Monumental: “Yo quería que le fuera bien a César Zabala, porque es un técnico del club. Conocía a los chicos como nadie. Desgraciadamente no se dieron las cosas. Algunos quieren cambiar el nombre al estadio, si eso pasara, mi humilde deseo es que se llame Estadio Monumental Alta Córdoba. Porque en Alta Córdoba y sus alrededores no nacen vecinos, nacen hinchas. A la tribuna que da a Calderon de La Barca le pondría Osvaldo Ardiles, a la de la Sucre Salvador Mastrosimone, a la Norte Alberto Beltran, que del 66′ al 74′ fue una fabrica de hacer jugar, y dejarle por respeto Juan Domingo Perón a la tribuna grande”, Zoilo Cabrera, el Glorioso.