09/08/2020
Practica Cheer en Instituto, tiene 16 años y participó del Mundial en los Estados Unidos en 2017.
Luján Gielsomino es de zona Norte y su familia está compuesta por su mamá, papá y un hermano: “Soy hincha de Instituto al igual que toda mi familia”, avisa la Gloriosa.
Sus comienzos: “Empecé Cheer porque hice casi 4 años de gimnasia artística y yo quería seguir creciendo como deportista, de chica hice natación y fui a la escuela de verano en Instituto, entonces busqué algún deporte que me guste ahí y encontré el Cheer”, dice Luji.
Todo fue muy rápido y feliz para la deportista albirroja: “Comenzé a los 10 años, me gustó mucho el grupo al que entré y no me fue complicado relacionarme, a mis profesores ya los conocía por la escuela de verano y fue como volver a estar en familia. Me acuerdo que el primer año que entre Argentina se presentó en el Mundial de Cheerleaders en Estados Unidos y yo veía a ese equipo entrenar en Instituto y fue una meta que me planteé desde el principio, representar a mi país. Ese primer año fuimos a Chile a competir, fue como un gran impulso a seguir con el deporte porque era mi primer año y ya había competido afuera”, narra Luji.
Anécdotas tiene muchísimas, pero las más divertidas son: “Las de los viajes porque ahí es cuando el equipo se une y comparte mucho más, por ejemplo el viaje a La Pampa, toda la vuelta en el colectivo vinimos haciendo guerras de cantos entre todos, de las más importantes creo yo fue cuando con todo nuestro equipo de selección Argentina participamos en el mundial de Estados Unidos representando a nuestra bandera y recorrimos todos los peques de Disney juntos”, narra Luji.
“Entrenar con pandemia la verdad es muy difícil y más con el tipo de deporte que es el Cheerleader, pero mis entrenadoras la verdad le están poniendo toda la onda y garra para tener clases virtuales, vernos un rato y levantar un poco nuestra motivación”, dice sobre el esfuerzo en estas épocas para no bajar los brazos.
Lo más lindo que viví en el Cheer: “Sin dudarlo fue poder representar a mi nación en el Mundial de Estados Unidos en 2017, es algo que no se compara con nada, defender los colores de mi bandera”, agrega sobre esa fantástica experiencia.
Su opinión sobre Vanina y Mónica: “Mis profesoras/es la verdad son algo que me voy a llevar del deporte para toda la vida, se volvieron parte de mi vida cotidiana y de mi familia, me acompañan en cada momento y me ayudan no solo como deportista sino también en mis problemas personales que eso es lo que mas valoro, los extraño más que nada en este momento porque son gran parte de mi felicidad”.
“Desde que empecé Cheer estuve en los dos mismos equipos siempre, pero cada año fue distinto, no solo comparto con chicas sino también con chicos y la verdad no me arrepiento de nada, por más de que en cada equipo hay problemas internos las risas, el compañerismo, la confianza y el ánimo no falta nunca. Este año al igual que el anterior estuve en el equipo adultos mixto nivel 5, también en juvenil old girls nivel 4 hasta que se disolvió. Lo más lindo del Cheer para mi que no tienen ningún otro deporte es esa conexión necesaria entre los atletas, como nos tenemos que cuidar entre nosotros, el respeto y valores que transmite además de la confianza absoluta en el equipo”, narra la gloriosa.
“Un sueño es volver a representar mi país en una competencia internacional y si es posible en las olimpiadas”. Luján Gielsomino, una Deportista de Instituto.
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