20/06/2022
Una noche histórica. Instituto venció a Quimsa en la Final de la Liga y por primera vez se consagró campeón de la máxima categoría del básquet argentino. Acá te contamos el camino para llegar al título.
“Créanlo y quiéranlo” fueron una de las últimas palabras de Lucas Victoriano en el entrenamiento final de toda la temporada. Al equipo todavía le quedaban unas cuantas horas para salir a la cancha en busca del tan ansiado título.
El partido era un poco más tarde de lo habitual, a las 22. El tiempo para muchos se pudo haber pasado lento, y entre los nervios y ansiedad uno piensa en todo el esfuerzo que significó estar a un pasito de la copa.
El camino para llegar a esta instancia no fue fácil. La Gloria tuvo que afrontar distintos obstáculos durante la fase regular, donde en más de una ocasión no pudo contar con el equipo completo, entre lesiones o casos de Covid. Pero con autoridad y convicción peleó todas las batallas y se metió entre los cuatro mejores. Quedó en el 3er puesto de la Liga y pasó directamente a los playoffs.
En la siguiente etapa tuvo que enfrentarse con dos duros rivales. Primero a Regatas de Corrientes en cuartos donde los albirrojos ganaron la serie 3-1 y pasaron a la semifinal. Ahí se midieron ante San Martín (C).
A lo rojinegros los vencieron dejando la llave 3-2 y así consiguieron el pasaje a una final que prometía ser apasionante. De esta manera, Instituto pasaba por segunda vez a una final en la Liga Nacional.
El básquet da revancha, y así fue porque después de aquella definición por el título donde cayó con San Lorenzo 3-4, en la temporada 2018-19, ahora tenía una nueva oportunidad.
Era a todo o nada. Esta vez la final se jugó al mejor de cinco partidos. Los conducidos por Victoriano se enfrentaron contra el líder de la Liga durante toda la competencia: Quimsa.
A la Fusión le tocó la ventaja deportiva y allá fue Instituto; cargado de ilusiones, convencidos del gran objetivo que se plantearon desde el primer momento.
“Juntos Somos Más Fuertes”
El aliento de los gloriosos se hizo sentir se juegue en Santiago o en Alta Córdoba. Los primeros dos juegos fueron en el Estadio Ciudad.
Quimsa se llevó el primer punto de la serie en la última bola de la noche (74-73), resultado que ahora podemos decir, anticipó lo que íbamos a vivir. Y un tropezón no es caída y la Gloria lo sabe muy bien.
En el segundo juego, Instituto superó a la Fusión por 91 a 84. Con este resultado, tenía la posibilidad de cerrar la llave en casa. Pero los santiagueños sacaron ventaja y se llevaron el segundo punto ganando por 91 a 70.
El partido siguiente, los de Alta Córdoba estaban obligados a ganar para forzar un quinto juego. El cuarto partido tuvo todos sus condimentos. La Gloria sacó toda su fuerza y estiró la definición para Santiago del Estero ya que en tiempo suplementario triunfó por 96-91 (empataron en 81).
El día que Instituto alcanzó la gloria
El lunes 13 de junio, es un día que quedará en la historia de nuestro club. El día del quinto y último partido de la edición 38 de la Liga Nacional.
El duelo fue atrapante de principio a fin; tal cual como se vivió toda la serie de las Finales. Esa noche, del lunes, el albirrojo salió con más hambre de Gloria que nunca.
El cotejo fue electrizante; durante varios momentos el marcador estuvo igualado. La Gloria logró sacar la máxima de 9 puntos recién en el cuarto capítulo con un enorme triple de Copello quedando 3:56 por jugar.
Los conducidos por Sebastián González reaccionaron y con los tiros libres de Terry dieron vuelta el marcador, 84-83, restando cuatro segundos y ocho centésimas del cierre.
Lucas Victoriano pidió minuto para pensar la última bola. Esa bola que valía todo. Un título, una temporada, mañanas y tardes de intensos entrenamientos, un objetivo, un sueño.
A cuatro segundos del gran grito; por lo que años se viene trabajando.
Los árbitros hacen el llamado y los equipos vuelven a la cancha. La pelota se pone en juego, Copello se la pasa al Loku que encara al aro y consigue la falta que le da la posibilidad de sellar la victoria.
Serán las cosas del destino, que ahora la pelota final la tuvo Martín Cuello. El jugador que hace desde el 2019 viste y defiende nuestros colores. Un jugador determinante, pilar fundamental en el equipo a lo largo del torneo.
Al “Loku” no le tembló el pulso y sus tiros libres traspasaron la red y liquidó un inolvidable partido. No sólo fue el autor de los últimos puntos, sino que merecidamente se llevó el premio del Jugador Más Valioso (MVP).
En el juego convirtió 21 puntos, 4/4 en triples, 6 rebotes y 4 asistencias. Reflejo de una muy buena temporada del alero con promedios de 14.1 puntos, 3.5 rebotes y 2.8 asistencias en 28.4 minutos por partido.
Otro de los jugadores destacados en esta Liga fue Nicolás Romano. Tras finalizar la primera parte de la competencia, el juninense fue designado como el “Mejor Jugador Nacional” y lo eligieron dentro del “Quinteto Ideal”. Además, en el Súper 20 fue elegido como el MVP.
Haciendo hincapié en lo grupal, Instituto finalizó con buenas estadísticas. Jugó 52 partidos, de los cuales 38 fue en la etapa regular con un récord de 25-13. Fue el tercer equipo que más puntos convirtió con un porcentaje de 84.5 y quedó tercero en triples convertidos (518).
La Gloria se coronó campeón de la 38° edición de la Liga Nacional; pero no solo eso, hizo historia. Por conseguir su primer título, por ganar la doble corona en la temporada (con el Súper 20), por triunfar en el juego decisivo a un punto de diferencia en condición de visitante. Además, Lucas Victoriano es el primero en ganar La Liga como entrenador y jugador.
https://twitter.com/LaLigaData/status/1536571512299323393
Y algo de gloria tiene junio que ahora al mes, además de los ascensos del 1999 y 2004 en fútbol y del campeonato obtenido en el TNA en 2015, se le suma una importantísima página a nuestra gran historia, historia que seguimos escribiendo juntos, porque juntos somos más fuertes.