18/08/2020
Su primer recuerdo fuerte fue el ascenso del 2004, cuando tenía 9 años. “Soy hincha por herencia, soy socia por elección”.
La historia de Cecilia Silvana Heredia: “Me hice hincha por mi papá. Él nació en Alta Córdoba, vivía en la calle Mendoza al 2550, entre Sarachaga e Isabel La Católica. Cuando él tenía 6 años, un vecino lo llevó a ver a Instituto y desde ahí tanto él como mi tío René, un loco por La Gloria que alienta desde arriba, se enamoraron del club. Ellos dos nos transmitieron la pasión a mí y a mis primos y nos llevaban a la cancha desde chiquitos. Soy hincha por herencia, soy socia por elección”.
Una linda frase de Cecilia sobre su cariño por La Gloria: “Soy de Residencial Oeste, para el lado de la Ruta 20. Estoy lejos de Alta Córdoba, pero la distancia no me impide estar cerca del club”.
Recuerdos de Gloria: “La verdad que no me acuerdo mi primera vez en la cancha. Mi papá me dice que era por el año 2002, en el equipo debutaba Hernán Boyero. Mi primer recuerdo fuerte fue el ascenso del 2004, yo tenía 9 años. Ese partido mi papá y mi tío fueron solos a la cancha. Luego del gol de oro, con mi mamá y mi hermano salimos corriendo por las calles del barrio a festejar con mis primos y llevábamos una bandera roja y blanca. Fue muy emocionante, una felicidad total”, narra Cecilia.
Sus gustos futboleros: “Los primeros equipos que se me vienen a la mente no mostraron grandes jugadores. Recién en la temporada 2011–2012 pude disfrutar del gran despliegue de Dybala y compañía y festejar los goles abrazada a mi papá. Otro jugador que me gusta mucho por el sentido de pertenencia que demuestra es Wanchope. Hubiese sido lindo que permaneciera más tiempo en Instituto”, dice Cecilia.
“Del básquet albirrojo pienso que se ha realizado un muy buen trabajo. Es una verdadera lástima que no se haya podido coronar con un campeonato en Liga Nacional o torneos internacionales. Comencé a ir al Sandrín junto con mi novio, Francisco Manzano, en el 2018. Fue mi primer contacto con el básquet y le recomiendo a todos los socios e hinchas de Instituto, no perderse esta hermosa oportunidad que nos brinda el club y acompañar a un equipo que pelea todos los campeonatos”, opina sobre la disciplina gloriosa.
Los suyos: “Mi familia está constituida por mi papá José, mi mamá Marisel, mi hermano Guillermo, mi cuñada Aldana y mis dos sobrinos, Gian y Enzo, a quienes espero poder llevar a la cancha por primera vez. Además, hace casi 3 años, apareció Francisco en mi vida, otro loco por la Gloria y mi compañero de cancha”.
El partido que más le gustó en el Monumental: “Fue frente a Talleres en el 2009, cuando Faurlín hace el gol en el arco contra la máquina de escribir”, dice la albirroja sobre aquella noche de Gloria.
Lo que más le gusta de Instituto: “Es la familia albirroja. Padres y madres que llevan a sus hijos a la cancha desde bebés, noches de entre semana en el Sandrín, veranos en la pileta de la Agustina, los nenes llenos de ilusiones en el Mini básquet y en las inferiores del fútbol. También es muy gratificante el espacio que se le está empezando a dar a la mujer dentro del club. Las chicas ya no se quedan en casa, coparon Alta Córdoba. Otra de las cosas hermosas que te da Instituto es la gente que conoces, los asaditos en las previas y el mismo grupito de gente en la tribuna todos los partidos”, describe Cecilia.
Sentido de pertenencia al máximo: “De chica, fui socia grupo familiar junto con todos los integrantes de mi casa, hoy, de grande soy dama pleno. Mantengo este compromiso con el club porque siento que es lo mínimo que un hincha puede hacer para ayudarlo. No podemos esperar que aparezca siempre un Dybala, un Maroni, un García, un Klimowicz, de nosotros depende que el club siga creciendo y salga de los momentos difíciles”, Cecilia Silvana Heredia, una Fanática de la Gloria.