04/07/2020
Trabajó como periodista y es gerente en un restaurante. Tuvo la posibilidad de conocer a Mario Kempes cuando estuvo en aquellas tierras.
El Glorioso vivió en Córdoba hasta 1999 y luego partió a Costa Rica: “Después de haber estudiado periodismo deportivo en el TAC en Córdoba y trabajar unos 10 años, acepto una oferta para irme al área de contenidos de la web en Torneos y Competencias en Buenos Aires en 1999. Ahí estuve un par de años hasta que llegó la famosa crisis del 2001 y la empresa cerro la web y despidió a todos. A través de un amigo cordobés, Walter, que estaba en Costa Rica, me contó un poco como era, y me la jugué y me vine”, narra Gabriel.
El trabajo de Gabriel en Costa Rica luego de haber sido periodista: “Antes de venirme empecé a mandar curriculum a varios medios de comunicación, cuando llegué tuve entrevistas con todos, acá son muy amantes del fútbol argentino, sin embargo todos coincidieron que llegaba en una mala época porque los medios estaban en crisis, con bajas en la publicidades entonces no me servía. Un día pasé de casualidad por un lugar con una bandera argentina, era una parrilla que se llamaba El Novillo Alegre, hablé con el dueño y me dio una mano con trabajo y contactos para conseguir la residencia. Estuve un año trabajando de mozo, después me surgió una oportunidad en una editorial de un uruguayo que iba a traer Diario Olé a Costa Rica, entonces fui escribiendo en otras revistas, tuve la oportunidad de viajar un poco por Centroamérica y después de un año, se cayó la posibilidad de Olé y me fui. Volví a los restaurantes y ahí si fui haciendo carrera. De mozo pasé a ayudante de capitán, después capitán y finalmente Gerente. Ahora ya llevo unos 8 años en etapas gerenciales y definitivamente con una carrera en la gastronomía”, cuenta el Glorioso.
Cuando nació su amor por Instituto: “Yo calculo que arrancó entre los 10 y 12 años. Un poco por unos vecinos que eran hinchas de La Gloria y me llevaban a la cancha, y también por un familiar que me contagió el gusto por el rojo y blanco”, dice Gabriel.
El trabajo y la pasión, dos cuestiones difíciles de confluir: “Como yo empecé a ir a la cancha por laburo (Video Visión, Show Sport, Canal 12, TyC) bastante joven, me perdí casi todo el tema de los rituales del fútbol. Mi etapa de hincha en la que iba era mas bien chico. Así que hay dos cosas que me acuerdo no tan relacionadas con lo deportivo”, cuenta Gabriel.
Y añade: “Una vez, había ido con mi viejo, estábamos en la mitad de la Sucre, yo era chico. De repente se armó un quilombo fuerte muy cerca nuestro y cuando me doy vuelta, mi viejo estaba en la parte alta de la tribuna, había corrido antes que yo y me había dejado solo”, narra Gabriel.
Y su otra anécdota: “La otra, para empatar, es con mi vieja. Ella es hincha por mí. Nunca fue a la cancha pero sufre igual. Yo estudiaba medicina y tenía una novia a la que no le gustaba mucho que yo vaya a la cancha. Una noche de partido de local, ella cayó a casa sin avisar. Yo estaba en Alta Córdoba. En esa época no había celular ni nada. Mi vieja le dijo que me había ido a estudiar a la casa de un compañero. Cuando llego a casa, mi vieja me esperaba afuera del ascensor para sacarme el gorro y la radio y darme los libros y explicarme lo que pasaba. Así que yo entré como un duque, con la complicidad de mi vieja, que terminó siendo casi mas fanática que yo”, cuenta Gabriel.
Arreglársela con los horarios y el trabajo cuando había partidos es siempre complicado: “Al tener 3 horas menos que Argentina, a mí los horarios me son bastante favorables, lo que se me complica mucho es que yo paso casi todo el día en el restaurante, y laburo fines de semana, entonces necesito escaparme para ver o escuchar algo, sino me informa mi hermana o mi vieja desde Córdoba los resultados”, dice Gabriel.
La familia de Gabriel: “Yo estoy casado hace unos 17 años, mi esposa es de Nicaragua, y tengo un hijo, que nació acá, que tiene 15 años. Además de 6 perros”, dice el Glorioso.
Instituto, en otras latitudes: “Por horarios no tengo mucho contacto con los vecinos, los amigos argentinos que tengo saben que soy de Instituto. Lo saben porque entre otras cosas siempre se termina hablando de fútbol. Además cuando hablas con alguien y sabe que sos argentino, lo primero que te dicen es ‘¿Boca o River?’. Entonces ahí uno tiene que explicar todo de nuevo para que entiendan que hay mas fútbol en Argentina. Entonces uno tiene que nombrar unos referentes conocidos, ahora Dybala es el típico, para que la gente sepa de qué les hablás”, narra Gabi.
La pandemia en Costa Rica: “Acá se ha manejado bastante bien. La situación no está tan grave como en otros países y no hemos tenido cuarentena obligatoria como ustedes, sino que se han manejado diferentes restricciones para salir. De hecho, en el rest donde trabajo, estuvimos cerrados poco tiempo y después se manejó un plan de 4 fases. Ahora estamos entre la 2 y la 3 en diferentes regiones dependiendo la cantidad de contagios. Sin embargo económicamente si pegó muy duro mas que nada al sector turístico”, cuenta Gabriel.
Gabriel tiene una linda experiencia con Mario Kempes: “Un día llegaron al restaurante donde trabajaba una gente de ESPN, me puse a hablar y eran del programa Fuera de Juego que normalmente salen a hacerlo por varios países. Obvio nos pusimos a hablar, yo le conté mi pasado periodista, les dije que era de La Gloria, salió el tema de Kempes y me preguntaron si quería ir, era en el Hotel Intercontinental solo con invitación. Al terminar el programa, dejan sacar fotos, caigo con mi hijo, ve la camiseta y se pone loco, nos pusimos a hablar y le dije si se acordaba, hace como 30 años jugábamos al fútbol juntos, yo trabajaba en Video Visión y teníamos un equipo de periodistas con algunos técnicos, y a través de un tío que era el gerente, Gabriel Kloner, que era amigo de varios ex, los llevaba a jugar con nosotros. Un par de años después volvió, yo trabajaba en el Hotel, me vio, y se acordó de la historia”, cuenta el albirrojo.
Lo que significa Instituto para el Glorioso: “Básicamente es tener una pasión. Algo que, independientemente de los resultados, te motiva y te da esperanzas. Cuando vas mal, siempre tenes la esperanza de que vas a mejorar. Todos los años una va renovando las ilusiones. Eso no te lo da prácticamente nada. Instituto te permite conocer a gente que no conociste nunca. Como Gloriosos por el mundo, que nos sentimos familiares, sin habernos visto nunca algunos, y todo lo hace la pasión por unos colores. Eso no lo logra ni la política, ni nadie. Solamente el fútbol”. Gabriel Steren, un Fanático de La Gloria en Costa Rica.