25/01/2019
El canterano convirtió su primer gol con la camiseta de Instituto y el festejo fue mágico: ‘Nacho’ se abrazó con sus compañeros y con su incondicional familia tras la victoria en el Kempes. Un festejo color Agustina. “Hace diez años que estoy en el club. Recuerdo que quise dejar el fútbol, pero mi vieja me dio fuerzas”, adelantó el leoncito albirrojo.
Último minuto de descuento en la Copa de Verano, Racing ataca buscando la igualdad, no quiere ser derrotado por Instituto, que abrió la cuenta después de varias situaciones claras a través del nueve Vegetti. El arquero ‘Cali’ Rodriguez va al área, centro y luego un lateral ofensivo, despeja la defensa gloriosa, nuevamente intenta meterla en la 18 La Academia y parte el pase de Canever, ‘Nacho’ corre y corre…así nació la jugada que perdurará en su memoria y en la de los presentes en el estadio Kempes en aquella húmeda noche.
Ignacio toma el balón tras el pique y corre, sin parar, la asegura con la cabeza dando el envión clave hacia el frente, ya cruzando la mitad de la cancha, decide pegarle y no seguir trasladando ante dos rivales que se están por tirar al piso para interceptarlo de manera desesperada, y con el arquero Rodríguez que vuelve a toda velocidad rumbo a los tres palos.
‘Nacho’ ya tomó la determinación y remata desde lejos, tras una gran corrida, la pelota entra despacio hacia el arco y el público grita el gol, también Ignacio, porsupuesto, junto a sus compañeros, en un abrazo interminable, como el que se dio con sus familiares, los que siempre lo bancaron de chiquito. Su primer gol, el del león del mediocampo. Un gol de La Agustina.
La entrevista a Ignacio Antonio: