Lucas Pérez: “Llevo en mi piel el escudo de Instituto”

04/10/2020

Su mamá le guardó la entrada de la primera vez que fue a la cancha, cuando era muy pequeñito, allí empezó su historia de amor con el club. 

Lucas Pérez es de barrio Los Paraísos: “Me crie en mi barrio, que llevo tatuado en mi piel junto con el escudo de Instituto. La historia de la foto de la entrada dice que a la vuelta de que mi papá me trajera de la cancha por primera vez, mi mamá (Miriam) la agarra y la escribe poniendo la fecha de ese día. Cuando me caso me la da. La nostalgia y la emoción que me agarra cada vez que la veo es única. Desde ahí mi amor por estos colores, que mi papá (el negro Willy) me inculcó a mi y a mis hermanos  Franco, ‘Pini’ y Renzo y de ahí se forma una cadena para nuestros hijos”, narra el Glorioso.

La historia de la imagen: “Por lo que se ve en la foto fue un partido contra Boca. Lo único que me contaron de ese partido es que mi papá entre mis pañales metía algo para tomar y calmar el frio de ese momento ja, ja. Hoy no soy socio, la pandemia hizo que económicamente mi vida cambiara un poco. Pero lo fui y lo volveré a ser seguramente. Me cuesta mucho entender como la gente compre entradas para entrar a la cancha, sabiendo que siendo socio aportas al club que es una clara demostración de amor”, cuenta Lucas.

“El partido que mas disfruté de Instituto fue el que se le gana al Boca campeón del mundo en Alta Córdoba con baile incluido. Me gustaba mucho el tridente ofensivo Peralta-Lujambio-‘Miliki’. Jugaban de memoria y uno sabia en que podía terminar si el ‘Kily’ corría por la derecha. Otro partido que mas disfruté fue el que le ganamos a Colón en Santa Fe allá por el ’94. No me voy a olvidar nunca el gol del ‘Rulo’ Gonzáles, vi el tiro libre desde atrás y pude observar como la pelota doblaba antes de que se metiera. Tenia 15 años y viajé con mi papá”, narra Lucas.

“Lo que mas me gusta de Instituto es el amor que uno siente por el club. Siempre digo que un hincha de Instituto vale más que 2 o 3 de otro equipo. Gracias a Dios pude traspasar ese amor a mis hijos y a mi familia. Respiramos y vivimos Instituto”, Lucas Pérez, un Fanático de la Gloria.