05/10/2017
La Cuarta de AFA ganó un partidazo, y el nueve albirrojo se lo dedicó a Marta, una de las tantas madres que apoyan incondicionalmente a sus hijos y los siguen a todas partes: “el gol es para ella”, dijo emocionado el goleador.
Todos los chicos que juegan a la pelota sueñan con ser profesionales en el fútbol, y Martín es uno de ellos. Su impecable bolsito es una muestra de lo que llega de la casa, la prolijidad en la ropa, los primeros botines que en su momento sus padres le regalaron de chiquito, y acompañarlo siempre, en las buenas y en las malas. Eso no se negocia, ni el beso, el abrazo y el ‘felicitaciones hijo”, al terminar cada partido.
El sábado Instituto volvió a jugar por los puntos tras una larga espera, a la Cuarta le costó, perdían 1 a 0 en un intrincado cotejo, hasta que Martín Pino cambió un penal por gol. Luego, llegó el tanto de Lucas Carnelli y los pibes lo festejaron como loco. Pino, al finalizar el partido dijo: “Mi gol se lo dedicó a mi mamá, que se viene en bici a verme”, mientras Marta se emocionaba atrás del alambrado en La Agustina.
“Se metieron atrás y se nos complicó. Estamos muy felices. Ver a mi mamá gritando el gol me da mucha alegría”, expreso Martín con lagrimas en los ojos. “Ella hace mucho esfuerzo por venir a verme. La quiero mucho”, dijo. La caminata hacia el alambrado no tiene desperdicio, el abrazo lleno de felicidad de un pibe y su madre no se puede explicar en esta entrevista. Es el fútbol en su estado puro.
“Me emociona verlo, siempre vengo a apoyarlo a Martín”, dice Marta, la mamá de Martín. “Lo sigo desde que era muy chiquito en las canchas, vengo en la bici desde Barrio Ampliación América. Todo sea por verlo…”, expresa con una gran sonrisa la madre del pibe..
“Cuando voy recorriendo los barrios en la bici pienso en como le va a ir a Martín. El es un buen chico. Es uno de los dos hermanos que juegan al fútbol. Marcos, su hermanito, juega en Villa Azalais. Los dos se esfuerzan mucho. Martín está dando sus primeros pasos en Instituto y yo siempre, siempre, estaré al lado de el para ayudarle”, cuenta Marta. Una gran mamá. Otra de las lindas historias que se viven en La Agustina. La cantera del mundo, el lugar donde el fútbol es una historia de vida, cada día.