08/05/2020
Emiliano Martina formó parte del plantel que llevó al albirrojo a la máxima categoría del básquet argentino. El ala pivot recordó con nosotros ese histórico día que para él “significó muchísimo por lo que significa un ascenso y porque haya sido en Instituto”.
Un 8 de mayo, pero del 2015 Instituto volvió a escribir una página más de su historia en el básquet. La Gloria, después de 29 años, ascendió a la Liga Nacional en un partido que quedará marcado en todos los corazones albirrojos y en los jugadores que formaron parte también. Uno de ellos fue Emiliano Martina, que habló con nosotros para recordar un gran momento “se me pone la piel de gallina todavía, la verdad que me genera mucho orgullo haber pertenecido a ese equipo y que me hayan dejado formar parte”.
Para Emiliano fue un gran deshago aquel enorme triunfo. Él había formado parte de posibles ascensos anteriores “la temporada anterior habíamos perdido los dos ascensos y nos había quedado esa espina clavada que queríamos ascender sí o sí. Fue muy sacrificado, pero valió la pena”. El camino no fue fácil pero el equipo tenía un objetivo claro y no dejó de luchar hasta conseguirlo.
La Gloria no dominó el marcador durante todo el partido y las cosas parecían complicarse, pero un doble de Scott con falta incluida sobre el final despertó la ilusión de todos.
“Los últimos segundos fueron terribles, la verdad que no sé si se puede explicar con palabras lo que se siente estando ahí. Teníamos casi el partido perdido y Scott mete ese doble full, mete el tiro libre que quedamos arriba por un punto, no lo podíamos creer” cuenta Martina.
Emiliano recordó la unión de ese plantel que llevó al albirrojo a la máxima categoría del básquet argentino y agregó “creo que el equipo se puso ante que cualquier objetivo personal y eso se vio reflejado dentro de la cancha”. Tampoco se olvida de los nervios y la ansiedad de la noche anterior al partido, “en ese momento con un agujero en el estómago y estando con ganas de jugar el partido ya, pero es la mejor sensación que puede haber”.
Los hinchas fueron los otros protagonistas en esta historia que acompañaron y coparon el Héctor Etchart “estuvieron alentando desde el primer minuto. Íbamos perdiendo por 10, 12 puntos creo, no sé si más y ellos seguían alentando y después hicieron callar a toda la hinchada de Ferro, que no es poco”. Para Emanuel el aliento de los hinchas es un plus extra que te da energía cuando pensas que no podes más y cerró “el jugar con una cancha llena así, con la gente alentando como alentaba es algo inolvidable”.