03/08/2020
Juega en la Sub 23, también alternó en Primera, es licenciada en producción de Bioimágenes y ahora estudia Kinesiología y Fisoterapia.
Mikaela Lourdes Barale vive en Córdoba, Capital y el vóley es su pasión: “Mi familia se compone por mi mamá Rosanna, mi papá Gabriel y mi hermana Melisa. Estoy en Instituto desde que tenía 13 años (2011), en 2017 me cambié a Atenas y este año volví a Instituto de nuevo”.
El estudio a la par del deporte: “El año pasado me recibí de licenciada en producción de Bioimágenes y ahora estoy estudiando la licenciatura en Kinesiología y Fisioterapia”, narra la gloriosa.
“Elegí el vóley porque mi hermana jugaba y al principio no quería saber nada, pero después tuve en el cole y me empezó a gustar, así que empecé a entrenar y me encantó el deporte”, cuenta Mikaela.
Los entrenamientos el años pasado y la llegada de la pandemia: “Iba con mi hermana, porque vamos juntas las dos a entrenar o a los partidos. O si no también con mis padres. Entrenamos con el club martes y jueves y el resto de los días hago bici fija en casa y un par de abdominales”, narra Mikaela.
“El año pasado jugué en sub 23 y 1era, pero en Atenas y solo medio año, porque luego deje por la facu. Mi referente del vóley es Barbara Frangella”, dice Mikaela.
El vóley le da a Mikaela muchas satisfacciones y alegrías: “Lo más lindo de este deporte son las amistades que uno se lleva. Instituto para mí significa el club que me permitió ser lo que soy ahora, tanto personalmente como en el juego y el que me abrió las puertas desde el momento cero. Se extrañan los diferentes torneos, los partidos de los sábados, las amistades”.
“Como objetivo tengo poder seguir creciendo como jugadora, no solo en el juego si no que también personalmente y creo que un sueño es poder salir campeona con Instituto en el torneo”. Mikaela Lourdes Barale, una Deportista de Instituto.
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