10/04/2019
En el ambiente del boxeo todos la conocen. Es que Sandra Villarruel de a poco fue haciendo de su nombre algo conocido en el amateurismo y está lista para dar el salto al profesionalismo. Visitó Alta Córdoba y nos dejó sus sensaciones entre sus dos pasiones: el boxeo e Instituto.
Sandra. La Gloriosa. Sandra Villarruel, con cualquiera de las opciones debés conocer a la boxeadora cordobesa que está marcando su camino en el deporte.
Con un andar particular, ingresa al Estadio Juan Domingo Perón con su entrenador y sus padres. Emocionada hasta las lágrimas, pisa el Monumental donde no se pierde ningún partido de su amada Gloria y no le alcanzan los ojos para ver tanta inmensidad.
Y ella que lleva a Instituto en cada match que tenga, se recarga de energías sintiendo la brisa en su cara corriendo por la cancha.
“Quería bajar de peso y por eso empecé a entrenar. Cuando lo logré me fui enamorando mientras lo estaba haciendo. Hace 7 años que entreno y ya van para los 8”, cuenta en el medio de la cancha sobre sus inicios en el boxeo.
Sobre lo que se viene, contó: “La última novedad es que me hago profesional. Espero debutar en mayo, estamos poniendo todas las pilas y la energía para ese momento”, luego de una gira también por Uruguay en sus últimas peleas como amateur.
Sin titubear contó su próximo sueño: “Ser campeona del Mundo”. ¿Y por qué no si los gloriosos siempre sentimos que podemos darlo todo? “Me tengo fe y sé que podemos llegar a eso si seguimos trabajando como lo venimos haciendo”.
La vida de los boxeadores incluye entrenamientos doble turno y ella no es la excepción- “Hago la parte física a la mañana en un gimnasio en B Newbery y a la tarde con el Profe Zivori”.
Su pasión: Instituto
“La pasión por Instituto la tengo desde que tengo uso de razón. Mi hermano jugaba al futbol acá, mi papa lo llevaba a la cancha y yo venía a verlo. Los colores me enamoraron y se me llenó el pecho de alegría cuando vine por primera vez. Después me escapaba sola y es hasta el día de hoy que vengo sola también o con la familia. Soy la más loca de la familia”.
Tan futbolera que ha viajado para ver al club de sus amores, cuenta sobre sus ídolos: “Como goleador Miliki Jimenez y desde que soy chica siempre fue Hernán Bujan a quien más admiraba quien ganara el ascenso en 1999”.
El boxeo e Instituto se unieron en su camino. Quizás estuvo destinada siempre a ser Sandra La Gloriosa y poner los colores en lo más alto cada vez que gana una pelea. “Desde que empecé a boxear y a ganar, me puse la camiseta de Instituto para hacerle el aguante y de ahí salió el apodo La Gloriosa y me encanta”.
Ahora que La Gloriosa va a ser profesional, como no mostrar a Instituto. “A donde yo llegue, a lo más alto, va a ser con la camiseta”.
Feliz con las nuevas noticias, Sandra hace unas pasadas en el Monumental mientras se saca unas fotos para siempre recordar su amor por Instituto. Ese, que la acompaña en cada pelea de la vida que dé. Porque el orgullo institutense es tan poderoso que está destinado hacer historia.