11/04/2018
Si alguien conoce de Instituto es este señor, un ícono del predio albirrojo. ‘Palabra santa’, como dicen los que andan por ese hermoso lugar, lleno de historias de fútbol y de vida. Y por allí, caminó siempre con su sabiduría y sus ojos detectores de habilidad.
Turza, el gran captador de talentos de La Gloria, una historia en vivo, cada vez que recorre el predio llena de fútbol al resto, de anécdotas y además es un gran solucionador de problemas, a la hora de llamar a la Liga para acelerar el pase de algún pibe, tras haber sido observado por él, y que necesita los papeles en regla, para poder jugar el fin de semana con la casaca gloriosa.
Nos cruzamos con Santos en las callecitas del predio y él recuerda: “Se me viene a la mente cuando Gonzalo Maroni llegó a los seis años al predio, lo trajo la familia Tobares, Raúl, que en paz descanse y su hijo Fernando, llegó del colegio Peña. Hoy está en Boca, que pelea el título en Primera División. También acercaron a Julián Illanes, hoy en la Fiorentina de Italia”, dice el querido viejo.
“Tengo tantos recuerdos en mi memoria”, relata mientras lo saludan los más chiquitos, y las chicas del fútbol femenino, que cada vez andan mejor. Claro, apadrinadas por él, porque a pesar de este ambiente machista, Turza les abrió las puertas a las pibas que quisieron jugar en La Gloria. Y hoy están cada día más fuertes en su participación en Liga.
La llegada de Paulo, uno de tantos distintos que habitaron el terreno glorioso y su recuerdo: “A Dybala lo ví jugar diez minutos y dije basta, ya está, le dije ‘venga nene, donde está su papá’, me parece se asustó y me miró fijo, yo le dije que solamente quería hablar con él y su padre, no me tenía que demostrar más nada en esa práctica, sólo quería que firmara en Instituto. La rompió en ese entrenamiento”, narra sobre el diez de la Juventus.
Aquel equipo glorioso que tanto hizo vibrar a los hinchas de Instituto en ese torneo apasionante, con River a los piés de Instituto durante más de un año, con un invicto impresionante. Después no se dio, pero quien te quita lo bailado. Si el país habló de Instituto, y en Europa también, el buen juego de La Gloria, quién lo olvidará.
A Paulo lo buscaron un montón de clubes de ‘afuera’, pero antes, mucho antes, debió firmar en Instituto: “Le pregunte a la familia de Dybala a quién le pertenecía el pase, me dijeron que a Sportivo de Laguna Larga, me puse en contacto con la Liga de Oncativo y el presidente del club de donde provenía Paulo, también con la Liga Cordobesa, y pudimos ficharlo para Instituto”, recuerda con lágrimas Turza.
Y una anécdota: “Esa División de Instituto, que era la Décima, salió campeona, estaban Renzo Saravia (hoy en Racing de Avellaneda), Gustavo Gotti (hoy en Chile), que arrancó de ocho en Inferiores, y también Braian Olivera”, relata el captador.
La actualidad no se le escapa: “Me gustan Facundo Agüero e Ignacio Antonio, también Facundo Castelli y Tobías Ballari, todos clase 95′. A Ballari lo fuimos a ver en el 2007 un domingo a la noche, en un torneo estudiantil, ahí nomás pedí que lo trajeran, buen jugador”, dice Santos.
Y algunos relatos, porque muchos jugadores salidos de Instituto andan por ahí, en Primera o en Europa: “Javier Correa es un gran delantero, sabe con la pelota, Christian Bernardi también. Hoy están en Colón. Dos buenos jugadores. Bernardi se fue al descenso jugando en la local, y después ascendió”, recuerda Turza.
Y añade: “Bernardi es un diez clásico. En la B de la Liga la pasó mal, y surgió, había canchas que eran vestuario y cocina al mismo tiempo. Bernardi se cambiaba entre cáscaras de papas. Yo lo recuerdo a eso”. Como olvidarse de ‘gambetita’ en la B de la Liga, lo castigaban de lo lindo y hoy lo vemos definir con calidad en Primera División.
Turza siempre está en los partidos de Liga y en Inferiores, Instituto es un grande y el lo sabe: “En la Liga Cordobesa se te desarma el equipo en un 80 % todos los torneos, si no suben a Primera los buscan de Torneos Federales. Siempre tenemos buenos jugadores. En cualquier categoría. Siempre nos quieren ganar”, narra el viejo lobo.
Su vida, llena de Gloria y siempre con una dedicación total al club: “Llegué a los 21 años al club, un año después llegó Miguel Saldaño, que hoy trabaja conmigo en el club. Recuerdo el equipo que jugaba en la Primera cuando entré a la institución: Perriot; Anelli, Olmedo, Rodríguez, Machado; Ardiles, Moyano o Roca, Beltrán; Saldaño, Kempes, Cherini o Ceballos”, él no puede dejar de recordar ese once imponente para el fútbol argentino.
Otro recuerdo imborrable para su memoria: “Cherini se fue al Nantes de Francia y Ceballos tuvo continuidad, y debo decir que el diez, la ‘Vieja’ Beltrán, fue el mejor diez que ví, un distinto con todas las letras”, expresa con un sentimiento de júbilo.
Realmente jugaban bien. Instituto se destacó siempre por eso: “Con ese equipo le ganamos las dos finales a Belgrano, eran unos monstruos. River nos supo ganar 3 a 1 por la picardía del porteño. Hoy es otra cosa. Ese equipo era realmente fenomenal, el de Instituto. En serio lo digo”, este señor no te deja mentir. Así como él dice ‘En serio te lo digo’, aquí decimos en serio se lo decimos, Turza, es la historia viva de La Agustina.
Turza sigue recorriendo el mítico predio. Y seguirá por siempre.